Lo primero, felicitar las fiestas y desear un próspero Año Nuevo a todos nuestros seguidores: desde el Departamento de Matemáticas del Colegio La Inmaculada Concepción de San Lorenzo de El Escorial, os deseamos un feliz 2018, lleno de buenos momentos cargados de… ¡MATEMÁTICAS!
Los Reyes Magos están cerca, y si alguno todavía está dudando en qué poner en su carta, y quiere alguna “mateidea”, aquí os vamos a traer alguna. De hecho, antes de darnos las vacaciones, algunos alumnos nos preguntaban en clase el nombre de ese juego que habíamos utilizado en la Gymkana del curso pasado, o nos pedían volver a jugar con alguno de los nuevos juegos que tenemos en el Departamento para hacernos pensar y disfrutar con el razonamiento… que es de lo que se trata: ¡pasárnoslo bien!
Por supuesto, no podemos olvidarnos de los clásicos: una partida de ajedrez o de damas no puede faltar estas vacaciones, con nuestros amigos, padres o abuelos. Ese tablero, una matriz de 8 x 8, que tanto ha hecho disfrutar a generaciones y generaciones, es un musthave en todas las casas. O un simple 3 en raya, nos hace usar nuestro cerebro y disfrutar con esa jugada que se adelanta a lo que nuestro contrincante va a hacer después…
Pero… ¿y si vamos a los nuevos retos que nos permiten jugar a pequeños y mayores demostrando agilidad mental y rapidez de reflejos? Por ejemplo: el Fantasma.
El juego es muy sencillo. Encima de la mesa tenemos 5 figuritas de objetos de colores distintos: un fantasma blanco, un sillón rojo, un libro azul, una botella verde y un ratón gris. También hay una baraja de cartas que tenemos que mezclar. La partida empieza dando la vuelta a una carta. En ella veremos dibujados 2 objetos como los que hay en la mesa. Si alguno de los objetos de la carta coincide en color y forma con un objeto que hay en la mesa, gana quien coge la figurita que se corresponde con el objeto. Si ninguno de los 2 objetos de la carta coincide en color y forma con los de la mesa, entonces tenemos que coger la figurita cuya forma o color no aparezca en la carta. Y la respuesta, siempre existe y es única. ¿Suena a Mates, verdad? Eso sí, además de razonarlo bien, hay que ser el más rápido en coger el objeto. Un juego para pequeños y mayores, que hará pasar un buen rato a toda la familia.
Otro juego de rapidez visual, el Dobble: un juego con más de 50 símbolos, 55 cartas, con uno, y solamente un símbolo idéntico entre cada carta. Velocidad, observación, reflejos.
El Dobble es un juego de cartas en las que cada una de ellas tiene ocho dibujos diferentes. Si comparas dos cartas entre sí (como las de la imagen), todos los dibujos en esas dos cartas son diferentes excepto uno. Y puedes probar con cualquier combinación de dos cartas, siempre habrá uno y solo un dibujo que coincida entre ambas. ¡Otra vez, solución única! Hay distintos modos de juego, pero todos se basan en ser el primero que encuentra el dibujo coincidente entre tu propia carta y una carta ajena o común para todos los jugadores: el que más rápido la encuentre se va deshaciendo de cartas o va ganando más y más cartas dependiendo del método de juego. En total hay 55 cartas, cada una con 8 símbolos, y la manera en la que está creado este juego no es otra que puramente matemática, se basa nada más y nada menos, que en la Geometría Proyectiva.
Si lo que nos gusta son los retos personales, como puzzles, rompecabezas… no puede faltar Rush Hour. El objetivo es sacar el coche rojo del garaje, sin levantar ningún coche, sólo deslizándolos a través de la cuadrícula. ¡Adictivo!
Un clásico: el Tangram. Es un juego chino, muy antiguo, cuyo nombre significa Tabla de Sabiduría. Está formado por siete piezas (5 triángulos rectángulos, un cuadrado y un paralelogramo), que forman un cuadrado, y que hay que saber combinar para formar diferentes siluetas que se proponen en el juego. Se puede plantear de manera individual como un rompecabezas solitario, o bien como una competición de rapidez entre varios participantes retándose a hacer la misma figura. Y para repasar Mates, nos viene muy bien: ¿qué área representa cada pieza? ¿Hay piezas semejantes? ¿Hay piezas que al combinarlas representen a otras?
Otra opción que no tiene edad, sólo necesita rapidez es Speed Cups. Basta con fijarte en la carta, y colocar tus cinco vasos de colores cómo indica. Cuidado con el sentido y la dirección: izquierda – derecha, derecha – izquierda, arriba – abajo, abajo – arriba… y sé el primero en darle al timbre:
Si el presupuesto es bajo, pero nos gusta aprender mates jugando, y ganar agilidad en el cálculo matemático, podemos simplemente pedir a los Reyes un juego de dados en el que haya no sólo dados de 6 caras, sino dados de 10 caras y de 12 caras, que nos permitirán improvisar rápidamente el juego de Cifras y Letras que se hizo famoso en la tele…
Las reglas son muy sencillas, y las podemos amoldar a la edad de los participantes. Se trata de llegar al número objetivo que marquen los dados de mayor número de caras, utilizando los números que marquen los otros dados, podemos utilizar cinco dados y dar más puntuación si se utilizan todos los dados. Si los jugadores son mayores, podemos utilizar todas las operaciones matemáticas: suma, resta, multiplicación, división, potencia y raíz. (Dejaremos los logaritmos para clase…). Y siempre nos preguntaremos: ¿se puede llegar al número exacto de alguna manera?
Y es que jugando se aprende… y también se aprende jugando, pero eso ya lo dejamos para clase.
¡Felices vacaciones de Navidad a todos!